El origen de las formas:
Hay ante todo, en las formas inventadas por el hombre, una fuente abstracta; salen a veces de su cerebro o más bien aplican a los supuestos de que dispone las leyes fundamentales de su pensamiento, se acerca entonces a las figuras simples de la geometría. Un esfuerzo por reducirlo todo a la unidad, por la repetición, por la simetría, la alternancia.
El hombre en la Prehistoria logra sacar del simple trazo las paralelas, los cruces, los dientes de sierra y finalmente una figura completa, el losange.
Lo imprevisto es proporcionado por la observación de la naturaleza y de sus azares, por el deseo de reproducirlos. A causa de ésto, surgió el arte realista, al principio animalista esencialmente. Es lo que se podría llamar fuente figurativa; muy pronto surgirá la representación del bisonte o del mamut y hasta del ser humano.
Éstas formas, nacidas del azar, de la solución práctica exigida por el uso de un objeto e impuesta también por su naturaleza material, ha sido continuada luego por el solo placer decorativo. Mientras correspondía en principio a una verdadera exigencia utilitaria, se fija, es organizada, regularizada y convertida poco a poco en totalmente inútil y se transforma en ordenación ornamental.
Muy pronto también, el arte decorativo se enriqueció con la familia de las curvas y especialmente con el tema de la espiral.
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